sábado, 15 de enero de 2011

Yo te Acuso

Desestimado Estado. Me dirigiré a ti como una Matriz o diabólica máquina cuya función es crear un Sistema con el que retroalimentarse de las emociones negativas de los humanos.

He dedicado años a una seudo-sumisión ciudadana y, sobre todo, a la observación del entorno y, por tanto, he llegado a la comprensión de tu verdadera naturaleza. Escribo esta carta para confrontarte, con el ánimo de concienciar a la población desde este humilde púlpito, sobre tus manipulaciones y estratagemas para operar en las conciencias y. por lo tanto, en las vidas de los ciudadanos a los que dices proteger y que cito a continuación:

Te acuso de mentir al verdadero Soberano de esta tierra, el Pueblo, haciéndol creer a sus gentes que los legisladores han estado trabajando por la seguridad y comodidad del pueblo.

Ellos han estado trabajando para establecer un orden para tu propio beneficio. Prueba de ello es que la pobreza continúa desde tu existencia y la riqueza y el poder continúa repartida entre las mismas familias de siempre, que se continúan de padres a hijos, de hijos a nietos; seres sin alma cuya única función es la de perpetuarse en el poder sin importarles el daño emocional que generan sobre los humanos, pero del que tu sacas la pingüe energía que te sostiene.

Te acuso de crear y alimentar divisiones entre la población, tales como izquierda-derecha, heterosexuales-gays, católicos-musulmanes y una interminable lista de seudo-conflictos que cambian de moda constantemente y que misteriosamente se resuelven o pasan al olvido cuando aparece un conflicto mayor, generalmente elaborado a conciencia.

Te acuso de meter miedo constante a la población asustándolos con subirles el euríbor, los impuestos, aumentar los años de cotización para obtener un miserable subsidio, negándonos la libertad de ser responsables para decidir cuándo beber o cuándo fumar o qué hablar en los foros de internet, usando casos esporádicos y estadísticas manipuladas para justificar una realidad inexistente y desproporcionada y poder cambiar las leyes a tu antojo, por tus intereses, cual perro pastor que controla al rebaño por medio del miedo..

Acuso a tus hipócritas secuaces de llorar desde la primera fila en los entierros de las víctimas de conflictos que tú creas para que la gente no vea el origen real desde donde se crean las injusticias.

Te acuso de gastar el dinero de los contribuyentes en inútiles museos, esperpénticas estructuras de hormigón, carísimos edificios administrativos y apabullante burocracia, Te acuso de destruir los campos con interminables y siempre crecientes carreteras , trenes de alta velocidad, trenes de baja velocidad, autopistas de peaje, ciudades dormitorio y aeropuertos en provecho de los de siempre y detrimento de los agotados contribuyentes.

Te acuso de hundir las tiendas de los pequeños comerciantes para hacer que la gente se desplace a los Centros Comerciales con el fin de que gastemos gasolina, compremos coches, compremos repuestos, paguemos multas, suframos colas y podamos ser manipulados en masa en los centros para volvernos zombies consumistas y, por ende, frustrados sufridores; constantes transpiradores de la energía que te sostiene.

Te acuso de condenar a los niños a estudios forzados sin derecho a protesta, a pasarse los piojos, los virus, los miedos, a competir entre seres distintos, a uniformizarlos, a llenarles el disco duro de tochos enciclopédicos innecesarios so pena de pérdida de la patria potestad de los padres, estafados obligatoriamente, año a año, con la compra de libros y cuadernillos que cuestan más de lo que valen.

Te acuso de obligar a los jóvenes a ver lo que los diferencia a unos de los otros en vez de enfocarlos en aquellas similitudes que comparten; de destruir sus espíritus críticos reduciendo sus mentes a dicotomías interesadas como las creacionistas-evolutistas, que obvian la verdadera realidad multidimensional que nos rodea, azuzando el miedo a quedar descolgados de tu Sistema y, por lo tanto, sufrir el oprobio –que tú alimentas- de sus compañeros y ser relegados al ostracismo.

Te acuso de mercadear con la salud del pueblo soberano, sostenida siempre en precario, abocada a reunirse en insalubres y moribundos espacios abarrotados de gente que sufren largas esperas para reducidos tiempos de atención de médicos que ya ni miran a los ojos a su hermano humano; médicos que se debaten entre recetar éste o este otro medicamento, según sea la prima de esta semana que reciben de las Fábricas de Drogas Legales, por debajo de la mesa; medicamentos enfocados en atacar los síntomas –aun creando problemas nuevos-, obviando las causas.

Te acuso de enterrar la medicina natural para evitar que exista gente sana.

Te acuso de envenenar a la población con todo tipo de conservantes, estabilizantes, colorantes y edulcorantes y te acuso de intentar estupidizar a los alma-humanos calcificando la glándula pineal por medio del flúor de la pasta de dientes, tres minutos seguidos-tres veces al día.

Te acuso de esterilizar los campos con pesticidas de Monsanto y de crear leyes que arruinan a los agricultores con el único fin de que nadie sea autosufienciente y se independice de ti.

Te acuso de envenenar a la población -con la complicidad de militares, científicos, controladores aéreos y meteorólogos- con químicos esparcidos en el aire por aviones y otro tipo de artilugios con excusas filantrópicas, pero que son en realidad programas para manipular a la población en “calidad” y “cantidad” y de modificación del clima con el fin de arrodillar a los pueblos creando una hambruna global.

Te acuso de manipular a la población con programas de televisión, películas y anuncios, saturando los inconcientes con imágenes prediseñadas para producir control y sufrimiento.

Te acuso de desinformar a la población para que no se enteren de la realidad de este planeta, insensibilizando sus mentes con mezclas de noticias, estratégicamente seleccionadas, combinando política-guerra-estadísticas-desastres climáticos- economía-asesinatos-estadísticas-fútbol-y alguna que otra noticia que derive a la población hacia un lugar de vacuo consumo.

Te acuso de ocultar a la población las investigaciones legítimas como aquellas que han llevado investigadores independientes sobre los infames atentados de falsa bandera como los de la Operación Gladio, así como los del 11S, 11M y 7J incluyendo los reportes sobre lo que realmente sucedió en Sumatra (tsunami) y Haití (terremoto) -todos de fácil acceso en internet-, sustituyéndolos en televisión y radio por debates estériles sobre la independencia vasca o catalana, cuyo propósito es siempre crispar a los pasivos televidentes y generar la energía de la que tú te alimentas.

Te acuso de ocultar a la población los efectos perniciosos de la red electromagnética que sutilmente has ido creando con las antenas de telefonía y televisión digital así como los móviles y ordenadores con conexión inalámbrica, causantes de tumores, cánceres, muertes, vértigos, migrañas, incapacidad mental, angustias, depresiones, suicidios -síntomas que irán en línea ascendiente y agravante si no le ponemos remedio desde ya-.

Te acuso de favorecer a los cárteles inmobiliarios que se enriquecen a costa de sostener los precios de las viviendas a un nivel que obligue a que padre y madre tengan que sufrir trabajando ambos, desatendiendo su labor de educadores con sus hijos que a su vez crecen sin amor y ética, con la conciencia cauterizada gracias a ácidos programas de televisión, estresantes videojuegos, dedicando su mejor tiempo a tomas de falsas poses de felicidad con cámaras de mega-mega-píxeles colgadas en las enredantes redes sociales.

Te acuso de favorecer a los cárteles de la droga y la prostitución para poder sostener el incremento de los diferentes cuerpos policiales, intencionalmente des-sintonizados unos con otros, constantemente infectados de elementos corruptos en su interior. Te acuso de ocultar que estos cuerpos en su mayoría están para protegerte a Tí, maquinaria infame, sofocando desde su inicio las reacciones del frustrado pueblo, que descubre tardío que eran para ellos -y no solo para los inmigrantes- los chorros de agua, las balas de gomas, las pistolas eléctricas, los gases lacrimógenos y las armas sónicas.

Te acuso de dominar al pueblo infiltrando a tus clones sin empatía en las organizaciones sindicales que siempre terminan apaciguando a la multitud y favoreciendo al Sistema de los grandes dinosaurios empresariales; infiltraciones en las ONGs con directivos bien pagados para guardar silencios convenientes, en protectoras del medio ambiente financiadas por las mismas compañías contaminantes y en protectoras de los derechos humanos que obvian grandes atrocidades y se enfocan en aquellas de interés geopolítico, así como infiltradores en los movimientos antisistemas para evitar que éstas consigan desvelar la verdadera naturaleza de los seres inhumanos que nos gobiernan desde la sombra.

Te acuso de gastar ingentes recursos en cuerpos militares a tu servicio que operan en países invadidos por intereses oligarcas, entre otros, creando sufrimiento por doquier para alimentar las Matrices de los otros Estados con los que tienes secreta connivencia y que forman el oculto Gobierno Mundial, ese que a su vez oculta a la población los conflictos reales de este planeta, especialmente aquellos que tienen que ver con los sucesos de carácter cósmico-extraterrestre que están a punto de ser visibles.

Te acuso de malas asociaciones y encubrimiento con la parte de la Iglesia que aun no ha sido enjuiciada por abuso de cientos de miles de menores y cuya cabeza visible tiene el descaro de sentarse a comer en un comedor de pobres con el cuello lleno de oro, lo cual no es mas que un ejemplo de lo que ha estado haciendo durante siglos; justo lo contrario que haría Aquel a quien dice representar.

Te acuso de ocultar a la población la energía libre, conocida desde mucho atrás y que habría evitado gran parte de polución de este Nuestro Planeta que está a punto de revelarse contra tí, como ya hizo milenios atrás con otros como tú.

A partir de ahora dejaré de ser un ciudadano del Estado y reclamo mi derecho a ser ciudadano del planeta Tierra, sin la obligación de pagar por vivir con dinero inexistente, sin más valor que el que le da el propio cártel Bancario, que lo fabrica de la nada y que lo presta con interés.

Llega la luz que inunda de conocimiento la conciencia colectiva que hará aquello para lo que fue insertada: crear un mundo equitativo y libre sobre las cenizas de este insostenible e injusto Sistema exprimidor de emociones y esclavizador de almas humanas. Nada permanece. Tampoco tú, Estado.




Fuente: http://exitstencial.wordpress.com/2011/01/15/yo-te-acuso/#respond